16 fevereiro 2004

India Song ainda

“(…) lo que intentaba Marguerite contar (…) no era más que una historia de amor inmovilizada en el punto culminante de la pasión. En torno a esa historia de amor, estaba el mundo exterior, la India. Y con ella el horror, el hambre, la lepra y la humedad del monzón. También el horror aparecía inmovilizado en su paroxismo cotidiano. Unas voces- sin rostro- eran las que se encargaban de hablar y tratar de reconstruir esa historia de amor que las voces recordaban vagamente, aunque no habían olvidado el grito de amor del enamorado en plena recepción de la embajada de Francia, el grito del vicecónsul pronunciando el nombre de la amada, el nombre de Anna Maria Stretter. Se oían sirenas de barcos a los lejos y trinos de pájaros cercanos. Toda la película era el eco de un gran grito de amor.”

Enrique Vila-Matas em “París no se acaba nunca

Enviado por Ana

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