Guido Boggiani (1861-1901)
Nos finais do século XIX o italiano Guido Boggiani, que em Itália tinha tudo o que um homem pode querer, mulher e filhos,entrou nas terras do Grande Chaco onde desenhou e fotografou os índios chamacocos. Desapareceu numa dessas expediçoes. Quase dois anos depois um outro aventureiro, ao entrar nas terras do rio Paraná, encontrou o seu corpo e percebeu as circunstâncias da sua morte. Perto do corpo estava a máquina fotográfica e centenas de negativos. Alguns deles, bem como a história que aqui se narra, estao expostos na cave do Museu de Arte Hispanoamericana Isaac Fernandez Blanco, em Suipacha, Buenos Aires. A exposiçao seguirá depois para Assunçao. Na cave do Palácio Noel estao expostas as fotos de Boggiani. Crianças de ventres luzidios, jovens de rosto fechado e um deles, com dois filhos, que se ri. As anotaçoes dizem exactamente isso, sobriamente: tronco de M. de frente, B. a sorrir. Em Buenos Aires o curador nao quis revelar-nos as circunstâncias da sua morte, nem que motivos a ditaram. Talvez em Assunçao se perceba melhor o que pode levar alguém a morrer nas margens do rio Paraná.
Etiquetas: Uma história americana
4 Comentários:
Tudo podia levar alguém a morrer`nas margens do Rio Paraná, penso.
Mas não foi por isto que vim e sim porque não se esquece um blog inteligente.
Bom 2010, Luís!
En el año 1896 decidió volver al Paraguay, esta vez, cargado con una cámara fotográfica y numerosas placas de vidrio, que le servirían para registrar ciertos aspectos documentales que le interesaban particularmente como los numerosos grafismos de los cuerpos tatuados de los aborígenes, con los cuales decidió convivir directamente.
Así, en medio de la selva, y en condiciones muchas veces extremas, logró exponer satisfactoriamente más de 500 fotografías, que el mismo preparó y procesó.
Logrando un gran dominio técnico de la cámara y del procesado de las placas fotográficas, las cuales muchas eran enviadas a la Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados (SFAA), la cual en 1904 publicó algunas de sus fotografías.
El destino quiso que fuera, precisamente esta actividad fotográfica, la que lo llevara a su trágica muerte.
Ciertas tribus, con las cuales convivía directamente y a las cuales registraba con su cámara continuamente, empezaron a pensar que los males y enfermedades que padecían se debían a la actividad del nuevo “brujo” y
a su extraño elemento demoníaco, con el cual solía robarles su alma.
El 20 de Octubre de 1904, un grupo de rescate liderado por el explorador español José Fernández Cancio, organizado especialmente ante la falta de noticias de Boggiani, viajaron hacia la selva paraguaya para buscarlo. Finalmente hallaron sus restos, que se encontraban junto a los restos de su ayudante Félix Gavilán, con la cabeza astillada y separada del cuerpo. Su cámara y sus elementos de investigación se hallaron, tiempo después, enterrados cerca del lugar.
Según sus biógrafos:
"…le cortaron la cabeza para que su alma no se pudiera reunir con el espíritu de su cuerpo y hacer daño aún después de su muerte. Por las mismas razones destruyeron y enterraron sus enseres de brujo: la
jeringa para inyectar, una goma de borrar, un tubo de permanganato, la máquina fotográfica con su soporte y las placas de vidrio (…) la pérdida o el robo del alma es una tragedia irremediable, una amenaza directa para
la salud y la vida.”
Olá Silvia, um ano bom para si.
José Rei Amorim, obrigado por ter incluído esta informação. Um abraço
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